Henry Miller, conversaciones de Paris
Georges Belmont.
Colección Prisma. Monte Avila Editores.
Año 1972.
102 páginas.
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Las conversaciones que mantuviera Henry Miller en París con su viejo amigo y traductor de sus obras al francés, Georges Belmont, han proporcionado un libro en el que aparece un fidedigno retrato interior de Miller. El hecho de que entre ambos exista una amistad de más de treinta años, constituye una circunstancia propicia, no sólo para bucear en las intimidades más soslayadas del controversial escritor americano, sino también en las más esenciales. Estos diálogos eluden la perspectiva común, la semblanza del simple erotista para situarlo dentro de los contextos que le han permitido una filosofía y una estética intensamente vitales.
La perspectiva del lector corriente ha construido un Henry Miller para quien el amor tan sólo se concibe como sexo. Sin embargo, las Conversaciones descubren la profunda humanidad de un autor desavenido con toda forma de abstracción o de intelectualismo y nos corporizan un amor cuyo antecedente se encuentra en el corazón, en esa zona dificilmente indagable donde el hombre es lo que realmente es: un ser humano cuya ética accional nunca puede darse sino en términos de humanidad. El lector encontrará en estas Conversaciones un Henry Miller acaso desconocido, pero también más auténtico, trasladado a su historia vivencial y emancipado de su leyenda.
INDICACIONES AL LECTOR
Estas conversaciones se grabaron en setiembre de 1969 a pedido DE LA O. R. T. F.: por un lado para France Culture y la radio, bajo la dirección de Pierre Spriot; por el otro, para el programa televisivo de Michel Polac, “Literatura de bolsillo”.
Ante todo digamos, en que en el momento actual, constituyen los únicos archivos visuales y sonoros en lengua francesa, dignos de interés, que se poseen aquí sobre Henry Miller. Sólo por esta razón, nunca podría agradecerla lo suficiente el hecho de que él me otorgara la amistad y la confianza para realizar estas grabaciones.
Asimismo, es conveniente saber que el texto que se presenta en estas páginas es una amalgama de las conversaciones radiodifundidadas y televisivas. Además, ambas series fueron concebidas (sin exceso de premeditación, dejando su parte a la inspiración del momento) de modo que pudiera complementarse y, juntas, iluminasen, en la medida de lo posible, la persona, la personalidad y el pensamiento-fuerza de Henry Miller.
Finalmente, fue inevitable que la palabra hablada se transformara en escrito. Por supuesto, se suprimieron ciertas repeticiones, interrupciones o vacíos insalvables que se justificaban con la presencia de la voz y los humores del tono. Pero, se preservó lo esencial del diálogo, así como el orden en que se mantuvo y se realizó, a fin de no quitarle nada de vida (disminuirla, hubiera significado traicionar a Miller, por cierto, uno de los más grandes vividores que conozco). El marco general y el desarrollo corresponden al de las entrevistas radiales, dentro de las que se insertaron, a fin de precisarlas y aumentarlas, las conversaciones televisadas.
Debido a este propósito de preservar la vida sucede que, a cada momento, se retoman los temas, se los desarrolla, se los amplia. Sin embargo, podrá verse que nunca se trata de tautologías o redundancias. Por otra parte, con la intención de permitirle al lector el recuerdo de estos desarrollos (si lo desea), se encontrarán, en el margen del texto, algo así como pequeños focos de atención, indicaciones breves que componen una especie de temática.
No me corresponde juzgar estas entrevistas ni pretender que trazan un retrato de Henry Miller como hombre y escritor. Resulta imposible encerrar en tan poco tiempo y tan pocas páginas una naturaleza semejante. Es imposible encerrarla de cualquier manera; ese es mi consuelo. Pero puedo afirmar que la vieja amistad que nos vincula es garantía de la sinceridad de los propósitos. Al intercambiarlos, no tuvimos en mente más que la verdad por sí misma.
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