viernes, 28 de marzo de 2014

PREFERIRÍA NO HACERLO... Bartleby, el escribiente



PREFERIRÍA NO HACERLO...
Bartleby, el escribiente es una de las narraciones más originales y conmovedoras de la historia de la literatura. Melville escribió este relato a mediados del siglo XIX, pero por él no parece haber pasado el tiempo. Nos cuenta la historia de un peculiar copista que trabaja en una oficina de Wall Street. Un día, de repente, deja de escribir amparándose en su famosa fórmula: «Preferiría no hacerlo». 
Nadie sabe de dónde viene este escribiente, prefiere no decirlo, y su futuro es incierto pues prefiere no hacer nada que altere su situación. El abogado, que es el narrador, no sabe cómo actuar ante esta rebeldía, pero al mismo tiempo se siente atraído por tan misteriosa actitud. Su compasión hacia el escribiente, un empleado que no cumple ninguna de sus órdenes, hace de este personaje un ser tan extraño como el propio Bartleby.
ENCONTRALO EN www.ayconstanza.com






jueves, 27 de marzo de 2014

Mas Alto Que Los Condores de Víctor Ostrowski - Primera edicion de lujo

Mas Alto Que Los Condores
de Victor Ostrowsky
Sobre los "techos" de los cerros
Mercenario, Ramada, Alma Negra, La Mesa y Aconcagua.
Ilustrado con 82 fotografas, panoramas, dibujos y dos mapas.
Editorial Albatros -Buenos Aires - 1954
PRIMERA EDICION
Numerada y firmada por el autor.
Tapa dura - Edición de lujo

Mas info y fotos en http://www.ayconstanza.com/aventuras/mas-alto-que-los-condores-de-victor-ostrowski-primera-edicion/


Libro apasionante de aventuras, que desde el comienzo hasta el fin mantiene al lector en constante suspenso. Exacta y fiel descripción de arriesgados ascensos para poder llegar a pisar los techo de las montañas más elevadas de América.
Anécdotas o risueños momento que incluso hasta pudieron convertirse en jornadas trágicas.
Este libro es sin dudas una de las mejores narraciones de aventuras, desarrolladas en el hermoso escenario de la cordillera central y teniendo a los cerros mas alto de America como testigos.
Reúne una abundante documentación grafica, mapas, etc. siendo a la vez ejemplar documento en el cual quienes pretendan emular las hazañas de nuestros expedicionarios, podrán tomar como ejemplo la excelente organizado de las ascensos de esforzados andinistas, que en breve espacio de tiempo conquistaron las 12 cumbres más elevadas del sistema central andino.
Es demostración fehaciente de que no solo romanticismo y heroísmo anima a los expediciones sino que del análisis de las mismas y de las observaciones llevadas a cabo por quienes la integran surgen interesantísimos comprobaciones de suma importan para el progreso de las ciencias.
El ing. Ostrowski, integrante de esta expedición, también participó de las expediciones al Cáucaso, conquistando varias cumbres. Recorrió los desiertos de Persia, Irán, Siria y del Líbano. Conoce Palestina, el Egipto Alto y Bajo, al Irán y Kurdistán, llevando a Cabo un interesantísimo safari en el África oriental.
En Argentina realizo largas expediciones, recorriendo la cordillera, la costa atlántica, la Patagonia y misiones. En 1952 toma parte de la primer expedición Argentina al hielo continental y recibe por su participación una medalla de oro que es entregada por el gobierno Argentino.


martes, 25 de marzo de 2014

Vuelta de página de Jorge Lanata

Vuelta de Pagina
de Jorge Lanata
J. L. Producciones y asociados - Argentina - 1997
Quizá este libro sirva para entender una pequeña parte de este gran país, pero no es ése su objetivo: ojalá sirva para conocernos más, y sentirnos menos solos.

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Fragmento:
24 de marzo

Yo no sé cuantos años vas a tener cuando puedas leer esta carta y entenderla. Yo sé que ahora tenés cinco, y estarás escuchando Radio Panda, y ayer mamá me contó una cosa que vos le dijiste sobre los libros y los militares.
Mamá me dijo que ella y vos estaban en su casa, y que vos dibujabas, y ella miraba por la tele el programa de un amigo de Papá que se llama Fernando. Mamá pensó que vos no estabas atenta al programa (aunque seguro que el título te causó gracia, ¿no Burbu? ¿Cómo le van a poner "Cambalache"?) Mientras vos dibujabas, Fernando y una amiga de papá que se llama Teté hablaban en la tele de una historia muy rara, que se llama "Golpe de Estado" y de un día, hace muchos años, cuando los militares quemaron los libros, Andrea me dijo que vos le preguntaste:
-Mamá, ¿ése era el país de tu abuela?
-¿Qué?
-Si ese que decía la tele era el país de tu abuela María Luisa.
Mamá se sonrió.
-No, Barbarita -te dijo-, ése era el país cuando yo vivía. Fue hace diez... no, hace veinte años.
-¿Y por qué quemaban los libros?
Mamá te dijo que había gente que le tenía tanto pero tanto miedo a los otros que también tenían miedo de que pensaran solos, y que entonces les quemaban los libros.
-Ah -le dijiste vos, como a Gastón, el de La Bella y la Bestia. A Gastón no le gusta que la Bella lea.
-Claro.
-Pero no se puede vivir sin leer -le dijiste vos a mamá.
Vos todavía no sabés leer y yo me preguntaba por qué respetabas tanto a los libros. Capaz es porque yo escribí algunos y mamá trabaja en otros, aunque... Burbi, tendrías que odiarlos, porque cuando nos vemos menos es por culpa del trabajo, de los libros. Pero no: los querés.
Mamá me contó que al final le preguntaste:
-¿Y por qué vos no juntaste rápido todos todos los libros para que no los quemaran?
Yo te grabo ahora este casete por lo que me contó mamá y porque hoy se cumple un aniversario del golpe del `76.
Un aniversario, Burbujita, es como un cumpleaños de la Historia. La gente, durante esos cumpleaños se pone alegre o triste; también sirven para que no nos olvidemos de las cosas.
Cuando todo esto pasó yo ya era grande. ¿Sabés qué edad tenía? Dieciséis. Yo estaba trabajando en una radio que se llama Nacional. El presidente del país era una señora, Isabel, que había estado casada con un general que se llamaba Perón.
El General era muy viejito y se murió, y ella quedó en su lugar.
Barbarita, es complicado y muy largo contarte todo lo que pasó antes, antes de que esta señora fuera presidente.
De ese que se llamaba Perón yo me acuerdo desde que tenía cinco años, como vos. Una vez yo caminaba con mi mamá, con la abuela Angélica de la mano, y pasamos frente a una comisaría, y ella me dijo:
-Está prohibido decir Perón.
Y yo dije bajito:
-¡Perón! –y salí corriendo.
Muchos, muchos, muchísimos años atrás Perón también había sido presidente y aunque la gente lo quería, los militares lo echaron.
Y Perón se fue a España. Vos sabés qué es España, ¿no Burbu? El país de la bandera roja y amarilla, como el azafrán.
A Perón le tenían tanto miedo que no lo dejaban volver. El le mandaba a la gente casetes como este que te estoy grabando, y cartitas, y decían que iba a volver en un avión todo pintado de negro, pero tardaba y tardaba.
El día que al final Perón volvió, más gente de la que te podés imaginar se fue caminando hasta Ezeiza para verlo. Caminando... ¿Viste que es re lejos Ezeiza, no?
Yo me acuerdo que miraba por la tele a la gente, cruzando descalza el Río Matanza. Iban a verlo a Perón.
La cuestión, Barbarita, es que en ese país que te cuento todos estaban seguros de que tenían razón. Y estaban tan seguros que querían matar a los demás, a todos los que -para ellos- estaban equivocados.
Yo era un nene, y hasta hace poco tiempo pensaba que, de haber sido más grande en esa época, hubiera estado en algún bando de los que estaban seguros. Pero ahora ya no sé.
Lo seguro es que, militar o guerrillero, podría haber estado muerto porque la gente se volvió tan loca que después quisieron matar a los libros.
Iba a decirte que unos mataban para que los demás pudieran vivir mejor, y otros mataban para que nada cambiara, pero no sé realmente si era así.
Ahora que -como decís vos- soy un papá, creo que no sirve matar a nadie para que otros sean felices. Tampoco creo que sea más generoso matar por los demás que matar por uno. Creo que matar no es generoso.
Pero esa parte es más complicada y no sé Burbujita, si lo vas a entender ahora, porque yo no lo entiendo, y soy un papá.
La cuestión que un día otro general, que se llamaba Videla, se robó la Casa Rosada. No es que se la llevó a otro lado, pero se metió en la casa sin permiso y la sacó a patadas a la señora que se llamaba Isabel.
Acordate que todos creían que tenían razón; entonces Videla, uno que era marinero y se llamaba Massera y un aviador que se llamaba Agosti dijeron que ellos tenían más razón que todos, y que teníamos que obedecerlos para siempre.
¿Sabés qué, Bur? Mucha gente estaba contenta: querían hacerles caso.
Entonces ellos pusieron una regla que se llama "estado de sitio", y no se podía salir a la calle después de las diez de la noche, la policía te pedía documentos todo el tiempo, y te llevaban aunque no hubieras hecho nada, por el pelo largo o porque te vestías de tal o cual manera. Ellos decían que tenían razón, y que podían matar a todos los que estaban equivocados.
¿Te acordás aquella obra de los chicos que tocan el saxo que fuimos a ver a La Plaza? Era igual. Pero no prohibieron el saxo, prohibieron casi todo.
¿Y sabés qué? igual que en la obra, hubo muy muy poquita gente que no les dio bolilla. Y como eran poquitos tenían que verse a las escondidas, con mucho cuidado. Muchísimos se fueron a vivir a algún país menos triste, otros hicieron pozos en el jardín y enterraron los libros para que no se los quemaran.
¿Viste Eduardo? ¿El amigo de papá que vive en Uruguay, el esposo de Helena, el de las tortugas? Bueno, a él le prohibieron un montón de libros. A María Wash, como vos la llamabas cuando eras bebé, también. A un montón de gente.
A otro que también se llamaba Walsh, que papá siempre lee, lo mataron.
Mataron mucha gente, Barbarita, mucha mucha gente.
También se llevaron muchos bebés, muchos nenes chiquititos. ¿Viste el libro que está escribiendo mamá sobre los mellizos Miara? Bueno, ellos en realidad se llaman Reggiardo-Tolosa y hubo muchos casos así. Mamá te va a contar.
También pasó que, por miedo, mucha gente se empezó a traicionar.
Traicionar quiere decir mentirse, pero es peor, porque es mentirse el cariño. Es como si yo mintiera cuando digo que te quiero.
Muchos que no estaban de acuerdo con lo que pasaba igual se callaron la boca, y no hicieron nada para cambiarlo.
¿Viste cuando vos me decís: "¡mirá para otro lado!", y escondés algo para hacer magia? Fue igual, pero no era magia, no era una broma, y todos miraban para el otro lado todo el tiempo.
Muy pocos contaban lo que estaba pasando: ningún noticiero, una sola radio que se llama Colonia, casi ninguna revista, un solo diario que se escribe en inglés y que leía poca gente.
Todo era muy raro porque la gente le tenía miedo a los militares, y los militares terminaron teniéndole miedo al pensamiento, que es lo único que no se puede matar.
Entonces aunque mataran, y mataran, siempre iban a perder. Y se enojaban más, y mataban más, y perdían más.
Cuando pasó el tiempo la gente se puso contenta porque los negocios se llenaron de cosas importadas: de juguetitos, de paraguas, de chocolates, y se fueron olvidando de todo.
¿Viste esos billetes que hay en Nueva York, Barbarita? Bueno, eran baratos y hubo mucha gente que viajó a otros lados, y trajo regalos, y compraron cosas.
Iban y decían: "Déme dos".
Después eso también pasó y la plata se acabó, y los militares pidieron mucha plata prestada a otros países. A la gente también se le acabó la plata, pero a ellos nadie les prestaba, y entonces alguien se acordó de que a todo el mundo le gusta el fútbol y organizaron un Mundial.
La gente se entretuvo un tiempo pero después se olvidó también y Videla se fue y vino otro que se llamaba Viola y otro más que se llamaba Galtieri.
A estos la gente también les tenía miedo, pero ya era un poquitito menos de miedo que antes y empezaron a protestar en la calle.
Galtieri también tuvo miedo y empezó una guerra.
Es raro, ¿no? Tuvo miedo y se fue a pelear. Pero fue así, Bur.
Aparte él no se fue a la guerra, no le iba a pasar nada.
Galtieri mandó a un montón de chicos jovencitos a pelear contra los ingleses en Malvinas.
Vos sabés qué son las Malvinas. Bueno, hace muchísimos años que la gente quiere que vuelvan a ser argentinas y entonces fueron a la plaza a aplaudirlo a Galtieri, sin darse cuenta de que era una trampa.
En la tele le pedían a la gente que diera plata para ayudar a los soldados, y las abuelas regalaron las cadenitas, y las nenas tejieron bufandas en los colegios, y mandaron chocolates, pero a los chicos de la guerra nunca les llegó nada, y se murieron de hambre, y de frío.
Es triste, ¿no?
Toda esta historia es muy triste.
Después la guerra se perdió, y Galtieri se fue, y vino otro más, que se llamaba Bignone, pero para ese entonces ya la gente no decía más que los militares tenían razón ni que había que matar a nadie.
Por esa época yo la conocí a mamá, cuando trabajábamos en una radio que se llamaba Belgrano, como el señor que inventó la bandera.
Después también pasó de todo, Burbu.
Pero nunca más murió tanta gente, ni todos se volvieron tan locos, ni quisieron quemar los libros.
A pesar de todo lo que pasó, todavía hay muchas personas que le tienen miedo a la cabeza de los demás, a los juegos, a la imaginación.
Pensá que cada vez que nos reímos con una broma somos más fuertes que los militares. Que cuando vos o yo inventamos un cuento, y después se lo contamos a otro, el cuento se escapa al cielo como un globo cuando se le corta el hilito, y nadie lo puede parar.
Vos le preguntaste a mamá si aquel país del programa de Teté y Fernando era el país de la abuela María Luisa, de tu bisabuela.
No, Burbita, era el nuestro, era el país de mamá y el mío, y aunque los dos éramos chicos, fue una lástima que no alcanzáramos a juntar todos los libros para que no los quemaran.
Te quiero mucho, mucho.

Papá

24 de marzo de 1995

Llega la niebla a Buenos Aires

Llega la niebla a Buenos Aires, habrá que extremar los sentidos al momento de conducir. En Ay, Constanza!!! la recibimos con dos poemas...

En la Niebla
de Hermann Hesse

¡Extraño vagar entre la niebla!
Solitario está cada arbusto y piedra,
ningún árbol mira al otro,
cada uno está solo.

Lleno de amigos estaba para mí el mundo
cuando mi vida era clara todavía;
ahora que la niebla cae,
nadie más está visible.

Verdaderamente, nadie es sabio
si la tiniebla no conoce,
lo inevitable y silencioso
de todo lo aparta.

¡Extraño vagar entre la niebla!
Vivir es estar solo.
Ningún hombre conoce al otro,
cada uno está solo.

Hombre que mira a través de la niebla
de Mario Benedetti

Me cuesta como nunca
nombrar los árboles y las ventanas
y también el futuro y el dolor
el campanario está invisible y mudo
pero si se expresara
sus tañidos
serían de un fantasma melancólico

la esquina pierde su ángulo filoso
nadie diría que la crueldad existe

la sangre mártir es apenas
una pálida mancha de rencor

cómo cambian las cosas
en la niebla

los voraces no son
más que pobres seguros de sí mismos
los sádicos son colmos de ironía
los soberbios son proas
de algún coraje ajeno
los humildes en cambio no se ven

pero yo sé quién es quién
detrás de ese telón de incertidumbre
sé dónde está el abismo
sé dónde no está dios
sé dónde está la muerte
sé dónde no estás tú

la niebla no es olvido
sino postergación anticipada

ojalá que la espera
no desgaste mis sueños
ojalá que la niebla
no llegue a mis pulmones
y que vos muchachita
emerjas de ella
como un lindo recuerdo
que se convierte en rostro

y yo sepa por fin
que dejas para siempre
la espesura de ese aire maldito
cuando tus ojos encuentren y celebren
mi bienvenida que no tiene pausas


Ellery Queen

Ellery Queen es el seudónimo de dos primos estadounidenses, de origen judío, escritores de literatura policíaca y creadores del personaje que lleva el mismo nombre que su seudónimo 
Frederick Dannay (de nombre real Daniel Nathan) y Manfred Bennington Lee (de nombre real Manford Lepofsky), eran primos y trabajaban como agentes de publicidad en Nueva York. En 1929 publicaron una novela policiaca con el seudónimo de Ellery Queen, que también servía como nombre del protagonista, que a pesar de algunos problemas editoriales, cosechó gran éxito. Como consecuencia editaron la revista Ellery Queen´s Mystery Magazine con el mismo éxito, que llegó a tener una vida de sesenta y cinco años. Su popularidad fue tal, que llegaron a crear una franquicia, bajo su supervisión, para que otros autores pudieran escribir con este seudónimo. También trabajaron como guionistas de cine y televisión, y sus novelas fueron radiadas por capítulos, seriadas para televisión y llevadas al cine. Crearon el personaje Drury Lane publicando varias novelas bajo el seudónimo de Barnaby Ross, y también crearon el personaje Tim Corrigan. 

Frederick Dannay nació en Nueva York el 20 de octubre de 1905 y falleció en la misma ciudad el 3 de septiembre de 1982. (dcha. en la foto) 
Manfred Benington Lee también nació en Nueva York, el 11 de enero de 1905 y falleció, también en la misma ciudad, el 3 de abril de 1971.

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Luther Burbank El Mago De Las Plantas


Luther Burbank El Mago De Las Plantas 
de Idella Purnell De Stone
Coleccion Austral - Espasa Calpe Argentina - 1955
Tapa dura en tela

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 A pocas personas les es dado incorporar su apellido como un verbo común en el lenguaje cotidiano.  En inglés, el verbo "to burbank" significa algo así como realizar cruzas entre especies o variedades de plantas a través de la hibridación o el injerto, para lograr que las plantas abandonen sus características negativas (o no deseadas) y que desarrollen o fortalezcan sus características deseadas.

     Si Mendel es el padre de la genética y Darvin el  fundador de la corriente evolutiva, a Lutero Burbank le cabe el lugar como padre de la frutihorticultura moderna.


     Décimo tercer hijo de entre quince, nacido un 7 de marzo de 1849 en Lancaster, Estado de Massachusetts, EEUU,  ya de pequeño lo apasionaban la naturaleza y la tecnología.  Inspirado en un tío que era jefe de un área del Museo de Ciencias de Boston, las habilidades técnicas de su padrey en el amor hacia la naturaleza, en especial ,las plantas, de su madre y con estudios realizados sólo hasta sexto grado, con su vida sentaría las bases de la Frtihorticultura del siglo XX.  Su primer trabajo fue en una compañía de arados.  Estudió un año más en la Lancaster Achademy, donde se familiarizó con los trabajos de Charles Darwin quien había comentado en sus libros cómo el hombre a través de sus acciones culturales había modificado las características de en plantas y animales.  Este fue el disparador de su vocación.  Más adelante en California, sería profesor de Teorías evolutivas en la Universidad de Stanford.

Su primer éxito

     A los 19 años fallece su padre y tres años más tarde compra con su herencia una pequeña chacra en Lunenburg, en la que cultiva hortalizas y provee con ellas a su ciudad.  En uno de sus cultivos de papa Early Rose, le llama la atención que una planta estaba desarrollando un fruto, lo cual ocurre rara vez en esta variedad de tubérculo.  Observa con interés la evolución de esta planta y la maduración del fruto, pero en un momento lo pierde de vista.  Busca desaforadamente por días este fruto, hasta que finalmente encuentra la cápsula que contiene solamente 23 semillas. Guiado por su magnífica intuición siembra estas simientes y observa cuidadosamente la evolución de las plantas.  Solamente una de ellas tiene un crecimiento sobresaliente y obtiene papas del doble del tamaño que las normales.  Apasionado con su resultado intenta comercializar esta variedad sin éxito.  Finalmente encuentre un comprador en un distribuidor de semillas   que le paga ciento cincuenta dólares.  Aún hoy se lo considera a Burbank en Lancaster el salvador de la industria de la papa, ya que el cultivo que se desarrolló a partir de sus logros es una variedad de mayor producción y resistencia a las enfermedades y sigue siento la más popular de los Estados Unidos.  Por otra parte, esta variedad resistente a las pestes, reemplazó en Irlanda aquellas variedades que sucumbieron a las plagas y habían provocado la gran hambruna y la posterior corriente migratoria de irlandeses hacia los Estados Unidos.



 De Este a Oeste

    Con 660 dólares en el bolsillo, Burbank sube en 1875 al tren rumbo a California.  Llevó también diez tubérculos , ya que quien le compró las papas "Burbank" le autorizó desarrollar este cultivo en el Oeste. Allí ya se encuentran dos de sus hermanos, atrapados por la fiebre del oro.  Pero sus motivaciones eran bien distintas:  necesitaba un clima favorable que le permitiera trabajar todo el año en su pasión sin afectar su salud y también creía que en aquellas tierras con un pujante desarrollo podía encontrar eco para desarrollar su pasión por la mejora de los cultivos, sustentándose con un vivero forestal y de ornamentales.


     Llegado a California se enamoró a primera vista del poblado de Santa Rosa. donde compró unos acres para su Estación Experimental y para su venta de plantas en la ciudad..  Inicialmente la fortuna parecía darle la espalda, durante los primeros años no lograba vender lo suficiente como para su propio sustento y se desesperaba porque todos parecían ignorarlo.  Su madre y su hermana viajaron para establecerse con el y así darle soporte financiero y contención emocional.

 Mientras tanto, avanzaba en lo que sería el eje central de su vida por los próximos  25 años: sus investigaciones sobre la multiplicación de las plantas.  Ensayando y perfeccionando técnicas de hibridación, fertilización cruzada,  e injertos  Polinizaba manualmente las flores, sembraba todas las semillas y luego injertaba los retoños sobre plantas más desarrolladas, para poder observar sus resultados con mayor rapidez.  Su manejo pasional e intuitivo, los escasos (o nulos) registros de sus experimentos y su velocidad de trabajo lo llevaron a desarrollar en simultáneo más de tres mil experimentos. (unos cien mil a lo largo de todas su vida)  Aún en la actualidad se debate sobre su "poco científico" manejo de sus trabajos y su "exagerada" orientación hacia los resultados.

     Siguió investigando el cultivo de la papa y difundió ampliamente la variedad "Burbank" que ya había logrado en Massachusetts.  En California y Oregon se obtuvieron espectaculares rindes.  Sin embargo  nunca más obtuvo una variedad que la superara, a pesar de sus más de mil ensayos realizados.  Posteriormente se focalizó en ciruelas, cruzando variedades americanas con otras de diferentes continentes. 


     Finalmente tras seis años, consiguió un pedido de 20.000 plantas de ciruelas (tipo "prune")  para entregar a la brevedad..  Tarea considerada por todos imposible, Burbank no se iba a amedrentar ante la oportunidad.  Injertó ramas de ciruela sobre pies de almendro, y   al cabo de nueve meses sus plantas estaban listas para ser entregadas.  Esta destreza le conquistó el mote de Mago de las Plantas.

 A lo largo de su vida escribe solo o en colaboración varios libros, siendo su catálogo sobre variedades de plantas (1893) el libro que lo dispara a la popularidad  en el mundo entero.

     Recién en 1895 se hace realmente famoso y durante los próximos diez años peregrinan ilustres e desconocidos a conocer su establecimiento fuente de tantas maravillas.  Sin embargo se encuentran con un vivero comercial común, que ni siquiera ostenta las maravillas creadas.  Es que Lutero Burbank tenía su Estación Experimental separada del local comercial, y de este modo, aislado de su fama, seguía investigando apasionadamente.  Recibía cartas de horticultores de todo el mundo, felicitando y consultándolo y también semillas y plantas por correo o que los visitantes le entregaban personalmente.  Así pudo cruzar variedades de manzanas y de ciruelas de diferentes continentes para logra frutos de mayor tamaño. de colores llamativos y sabrosos.  Las variedades de  ciruelas Burbank se difundieron  velozmente en todo el mundo, incluso llegando a los cultivos africanos administrados por los ingleses.  Quien la probaba, quería cultivarla: por su rendimiento y su exquisito sabor.  Fue el resultado del ensayo de más de 30.000 ¿!!! variedades. Quienes trabajaban con él sostenían que ya ni siquiera necesitaba esperar a que una planta diera frutos,  tanto era su conocimiento que sabía de antemano cuáles podían ser de utilidad para sus propósitos  con sólo ver sus formas e intensidad de colores luego de germinadas o incluso le bastaba con observar la forma de sus semillas.  Esta percepción "académicamente poco rigurosa" hace que muchos científicos no le reconozcan  como biólogo, genetista o botánico y lo definan como un "viverista" aunque no puedan dejar de maravillarse por sus resultados.  Para la frutihorticultura moderna, sus 77 años de vida significaron un salto de siglos.

     El primero de enero de 1905 el New York Times le dedica una página, en la que el autor señala que no hubo persona que en el ultimo tiempo hubiera hecho tanto por el desarrollo de California, y sobre la base de sus propias creaciones.  Sus aportes fueron esenciales para el desarrollo de la agricultura intensiva de California, multiplicando pronto la riqueza del estado en millones de dólares en ingresos por la producción de sus variedades.

     También se dedicó al desarrollo de nuevas especies de frutos rojos, a partir de moras y zarzamoras silvestres para obtener frutos más grandes y ramas libres de espinas. Algunas de sus variedades se cultivan actualmente en el sur de la Argentina.

      Más adelante se dedicó a plantas forrajeras y herbáceas. Investigó sobre cultivares de caña de azúcar con mayores rindes por hectárea y plantas de menor porte que facilitaran la cosecha.  También sobre nuevas variedades de bambú que podrían aplicarse a la construcción de viviendas.

     Luego se concentró en las florales, desarrollando decenas de variedades entre lirios, rosas, margaritas, gladiolos y otras ornamentales.

     El Instituto Carneghie fue luego uno de sus patrocinadores que le permitió continuar sus investigaciones y produciendo resultados asombrosos sin necesidad de focalizarse en los resultados comerciales para el mismo.



Lutero y Henry

     En ocasión de una megaexposición de tecnología en el Oeste, Ford y Edison viajan a California.  Conocen a Burbank y a través de esta primera visita se hicieron amigos personales.  Tenían en común la pasión por el bienestar general, la tecnología aplicada y una inagotable curiosidad. 

     En un extenso reportaje realizado a Ford, el genio de la mecánica  expresaba su creencia en la reencarnación.  Consultado Burbank para la introducción en la extensa nota periodística, el declara que la vida humana no necesita repetirse y así como los viejos  modelos de Ford se desguasan y reciclan, del mismo modo la vida humana termina y que lo esencial era ocuparse de la gloria de Dios, quien es dador de la vida que tenemos en la tierra.  "Una vez que la vida de una persona se terminó, ha sido suficiente; si fue una vida buena, no hay razón para una siguiente."


  Conocido por sus resultados maravillosos que revolucionaban los rindes, los sabores y la belleza, menos trascendieron sus visiones y su filosofía.  Profundamente compenetrado con su labor, se transformó en un silencioso amante de la naturaleza y buscador de la verdad.  Se inició en el Kriya Yoga, disciplina traída de la India por Paramahansa Yogananda, quien luego lo nombraría "el santo de las plantas".  A él le haría sus confesiones sobre su amor por las plantas, la naturaleza y el universo todo, sobre las veces que su madre se le aparecía y lo orientaba aún después de fallecida, y sobre sus opiniones de una  necesidad por una nueva educación que permita sacar de las personas lo mejor de sí.

     El Mago de las Plantas no sólo observaba profundamente el desarrollo de sus cultivos, sino que se comunicaba con ellas.  A quienes tenía la suficiente confianza, les decía que el hablaba desde el corazón con ellas, diciéndoles que las amaba y que no necesitaban espinas para protegerse de él.  Sostenía que las plantas tenían millones de años de evolución necesitando protegerse y desarrollando hábitos (como la ignorancia entre los seres humanos, decía), pero que él podía hacer que  se dieran cuenta que no necesitaban más las espinas y que renunciaran a ellas.  Logró cultivar rosas, moras y tunas sin espinas.  Las tunas quería promocionarlas como forraje para ganado en zonas áridas, aunque no con demasiado éxito.  Sin embargo, aún hoy pueden verse tunales sin espinas creciendo en muchos ranchos  e incluso en forma silvestre en el desierto del Oeste norteamericano, descendientes de sus experimentos.  Él mismo confesaría más tarde que esos experimentos con polinización artificial de cactus le habían exigido interminables cinco años con noches sin dormir e infinitos pinchazos y que dudaba si podría realizar algo así nuevamente.

     A través de sus años de intenso trabajo, llevó adelante al menos cien mil experimentos con plantas.

     "Mi misión en este trabajo es beneficiar a la humanidad.  Si obtengo suficientes retornos como para pagar mis gastos, me doy por satisfecho, pues percibo que hay tan pocos que pueden mejorar los frutos; que es mi deber realizar mis proyectos".

     Tal era su compenetración con las plantas que llamaba a su hija "dulce retoño" y expresó sus teorías sobre cómo intervenir para mejorar la vida humana en un libro llamado "Growing the human plant" (Cultivando la Planta Humana), donde propone intervenir para  limitar la proliferación de características no deseables y una educación en un contacto íntimo con la naturaleza.

Lutero el contestatario esclarecedor

     La mayor parte de su vida Burbank se reconocía un libre pensador, pero demostraba poco interés en confrontar en debates científicos o religiosos.  Sus palabras con Yogananda (en autobiografía de un Yogui) ponen a las claras su visión trascendente.   Siempre tuvo una actitud humilde, se concentraba en su trabajo, vestía y vivía libre de lujos.  Recibía a horticultores y a personajes famosos sin distinción y contestaba miles de cartas que le llegaban de todo el mundo.  Aún a los 75 años hacía piruetas delante de escolares que iban a visitarlo y conservaba una sobresaliente agilidad mental y física.  Decía que su frescura y elasticidad se debían a que conservaba la mente de un adolescente.

     En sus últimos meses de vida se sintió llamado a salir de su "perfil bajo" y asumir públicamente actitudes políticamente incorrectas.  Intuitivo como era, seguramente ya sabría que se acercaba su final y que necesitaba hacer un ultimo aporte, esta vez no para el estómago o los sentidos, sino para el esclarecimiento de las mentes de las personas. 

     Eran épocas en que en los Estados Unidos se desarrollaba "El Juicio al Mono".  Después de que en un estado se prohibiera las enseñanzas evolucionistas de Darwin en las escuelas, un grupo de pensadores liberales patrocinaron a un docente acusado por la fiscalía. El Estado condenaría a un joven maestro por dar lecciones sobre la teoría de la evolución de las especies.  El Profesor fue condenado a pagar cien dólares, pero el juicio puso en evidencia pacatas, ridículas y retrógradas actitudes de científicos, religiosos y personas públicas que presionaban al estado para sostener posturas que la ciencia quería arrollar.  Fue el primer evento público transmitido masivamente por radio.

     Esta polémica enardeció el sentido de la búsqueda de la verdad en Lutero Burbank y lo levó a realizar declaraciones públicas provocativas donde se reconocía ateo, incrédulo e infiel. Muchos de quienes lo admiraban ahora se convertían en sus enemigos declarados aunque también había un reducido grupo que lo apoyaba incondicionalmente.  Lideró repentinamente a los "librepensadores" en su batalla pública.

     Apasionado como era no iba a dar batalla escondido, sino que renunció públicamente a la religión y se declaró además infiel "así como Cristo era "infiel" dos  mil años atrás":  Provocación que  envés de incitar al razonamiento libre, forzaba a los detractores, sobre todo a los religiosos, a enquistarse en sus posiciones.

     En su discurso en la Primera Iglesia Congregacional (Protestante reformista) en San Francisco, en 1926, también declara "Amo a la Humanidad, que ha sido una constante delicia para mi durante todos mis setenta y siete años de vida; y amo las plantas, los árboles, animales y todas las obras de la Naturaleza como ha transcurrido delante de nosotros en tiempo y espacio.  Que goce es la vida cuando tu has hecho un estrecho trabajo en sociedad con la Naturaleza, ayudándole a producir para el beneficio de los hombres nuevas formas, colores y aromas en flores que nunca habían sido conocidas con anterioridad: frutos en formas, tamaños y sabores nunca antes vistos en este globo: y granos de productividad incrementada enormemente cuyas semillas aceitosas están rellenas con más y mejores nutrientes, una despensa de alimento perfecto, nuevos alimentos para todos los incontables millones del mundo para todo el tiempo que vendrá".

     Ahora recibía miles de cartas, pero no de felicitaciones y consultas, sino con insultos.

     "La idea de un Buen Dios que envía a las personas a que se quemen en el infierno, me parece deplorable.  Con un Dios así no quiero tener absolutamente nada que ver".Luchador por su verdad, creía  que con respuestas claras y objetivas podía convencer a sus detractores a renunciar a sus prejuicios, se esforzaba por contestar todos los escritos en tonos moderados, con amabilidad  pero con la firmeza de sus convicciones..  Este trabajo lo absorbió con tal intensidad que sacrificó su sueño y bienestar físico en el.  No le apenaba lo que pensaran de el mismo, pero lo consumieron sus esfuerzos por esclarecer la polémica. Para mediados de marzo, luego de su cumpleaños, sufrió un infarto y luego tuvo complicaciones gastrointestinales.  Falleció  el 11 de abril de 1926.  La polémica sobre las teorías evolutivas aflora aun hoy en repetidas oleadas en las escuelas norteamericanas, mientras toda la población se alimenta con el fruto del maravilloso trabajo de Lutero Burbank.

     El 14 de Abril, a su entierro, al pie de un cedro libanés plantado por el mismo,  asistieron unas diez mil personas, entre ellas varios obispos.

     "Aquellos que quieren legislar en contra de la enseñanza de las teorías de la evolución, deberían asimismo legislar contra la fuerza de gravedad, la electricidad y la irracional velocidad de la luz, además de incorporar una cláusula que prevenga el uso del telescopio, el microscopio y el espectroscopio o tantos otros instrumentos de precisión que podrían ser inventados en el futuro o usados para descubrir la verdad."

"Las flores siempre hacen que las personas sean mejores, más felices, y más útiles, son la Luz del Sol, Alimento y Medicina para el Alma" 

Burbak por Frida Kahlo
Patentamiento de especies vegetales, otra consecuencia de su trabajo:

     Burbank fue uno de los más fervientes impulsores de los derechos de patentamiento de las especies vegetales.  Sus fuertes presiones quedaron opacadas por su posterior lucha  en defensa de las teorías evolucionistas, o tal vez sería más apropiado decir, por la libertad de pensamiento.  Post mortem se le asignaron 16 patentes.

     Apenas cuatro años de fallecido, en 1930, el Congreso Nacional  sanciona el "Acta de protección de las plantas"(PPA)  Burbank había desarrollado más de 800 especies nuevas y creía que era justo que se percibieran regalías por esos esfuerzos, si bien en lo personal sólo le interesaba poder sostener sus gastos comunes  (a diferencia de las fortunas que se acopian hoy día por derechos de patentes sobre especies vivas, que seguramente el cuestionaría tanto como "EL juicio al Mono").

    "Una persona puede patentar una trampa para cazar lauchas o tener los derechos de autor sobre una áspera y lamentosa  canción, pero si le da al mundo un fruto nuevo, que incrementa la cosecha anual en la tierra en millones de veces, entonces puede darse por satisfecho si se lo recompensa mencionando su nombre en relación con los resultados obtenidos.  Aunque el cultivo experimental de plantas se encuentra todavía en pañales y aun haya  en este área tanto invalorable e importante trabajo de desarrollo por delante, titubearía en recomendarle a un joven que comprometa su vida al cultivo de las plantas, hasta tanto el Congreso no haga nada por proteger sus implícitos derechos a una parte del beneficio por su proeza."

Ya en 1873 Louis Pasteur había obtenido una patente sobre microorganismos puros, en particular sobre cepas de levaduras.

Finalmente en 1980 por una resolución de la Corte Suprema de los Estados Unidos puede patentarse la Vida, siempre y  cuando hubiera sido modificada respecto de sus condiciones naturales (transgenia).
Fuente: http://www.reddehuertas.com.ar/textos21al30/02205elmagodelasplantas.htm



Bertha Koessler-Ilg la mujer que dejó escrita la tradición oral del pueblo Mapuche



Cuentan los Araucanos
de Bertha Koessler Ilg
Espasa Calpe - Argentina - 1954

COMPRAS Y CONSULTAS
http://www.ayconstanza.com/

Para los pueblos originarios el pasado conserva un resplandor dorado que ilumina los días de grandeza y pujanza de un mundo que se extingue.
BERTHA KOESSLER-ILG ha pasado gran parte de su vida lejos de la gran ciudad, de sus lujos y comodidades; y ha conseguido salvar lo que seguramente será parte de los ricos tesoros del folclore mapuche, de los cuales ofrece al lector esta pequeña y maravillosa muestra, una rama del Pehuén, de la majestuosa Araucaria sagrada, mística, de la madre cordillera.
Llegó a San Martín de los Andes en 1920 acompañando a su esposo médico. Aprovechando que los mapuches venían a su casa como pacientes, y haciendo uso de la rica experiencia acumulada por ella como recopiladora del folclore alemán y maltes, empezó a ganarse su amistad y a escuchar los 'cuentos' heredados de sus antepasados a través de largas cadenas de tradición.

Bertha Koessler-Ilg la mujer que dejó escrita la tradición oral del pueblo Mapuche
Por Graciela Vázquez Moure

La llamaban la araucana blanca. Fue enfermera, escritora y la compañera del primer médico del pueblo.
Bertha Ilg, no fue eclipsada por la imagen y el recuerdo de su esposo, el Dr. Rodolfo Koessler. No era usual esta condición en las primeras décadas del siglo 20. Las mujeres debían tener un gran talento y una personalidad arrolladora, para llegar a ser ellas mismas. 
Bertha Koessler-Ilg, era alemana y llegó a San Martín de los Andes en el año 1920, junto a quien fue el primer médico del pueblo.
Años después escribiría “El machi del Lanín” (1940), la historia de un médico alemán en la cordillera patagónica  que aborda  la vida que ella y su marido llevaron en San Martín de los Andes desde 1920.
En estos textos Bertha Ilg se asoma a las historias en las que la  convivencia entre el pueblo mapuche y los pioneros llegados desde Europa, eran parte cotidiana de una pequeña comarca patagónica, con una belleza exuberante que su gran amigo el Dr. Gregorio Alvarez definía en uno de sus libros  como el lugar “Donde estuvo el paraíso”.
Bertha se convirtió en recopiladora de leyendas mapuche, del folclore araucano,  su gran llegada hacia algunos de los referentes más ancianos de la comunidad Curruhuinca, le permitió ser quien transmitiera historias y leyendas que formaron parte de varios volúmenes, que traspasaron la frontera. Así su investigación con carácter científico-literario se unió directamente con lo afectivo, logrando de esta manera un maravilloso trabajo en la región patagónica.
Hasta ese momento  la tradición mapuche era anónima, popular y oral, la escritora alemana la convirtió en escrita y su trabajo se eternizó en  la publicación “Cuenta el pueblo mapuche”, sin embargo  como un juego de palabras Bertha sentía que las historias escritas no permanecían como la palabra escuchada, sin embargo su trabajo de recopilación dejó una impronta que 60 años después de la primera publicación, permite recoger estas tradiciones orales que de otra manera no hubieran alcanzado el conocimiento de muchos.
Bertha Ilg, era enfermera y ayudaba al Dr. Koessler en su maravilloso consultorio de la calle Ramayón y San Martín, la casa que los cobijó a ellos y a sus hijos e hijas. Allí nacieron muchos niños de este pueblo, allí llegaban integrantes de la comunidad mapuche del lugar y de la región que eran atendidos por el médico que convirtió la casa familiar en un pequeño hospital.  Ricos y pobres eran recibidos de igual manera.
Bertha conversaba con ellos y se ganó su confianza e incluso con algunos, existió un gran lazo afectivo.
Según lo expresan diversos analistas de su obra la tarea de Bertha Koessler-Ilg   se basó en su gran admiración por los hermanos Grimm, quienes se empeñaron en recopilar cuentos orales alemanes, para recuperar el carácter auténtico de una cultura nacional. Admiradora de los  famosos escritores, Bertha Koessler-Ilg ya había recopilado textos del folclore de la isla de Malta, donde pasó su adolescencia, acompañando a su tío cónsul. Estos cuentos los publicó entre 1906 y 1910.

Sus primeros años
Bertha Ilg nació un 27 de diciembre de 1881 en un pueblo de la Baja Baviera, eran  10 hermanos del matrimonio de Matias Ilg y Ana Kurzbeck.
Después de su estadía en la isla de Malta vuelve a Alemania y  se recibe de enfermera de la Cruz Roja en un hospital de Frankfurt. Allí conoció a quien sería su esposo y compañero, Rodolfo Koessler, que se convertiría más tarde en el médico del pueblo en San Martín de los Andes.



Cuando contraen matrimonio ambos  toman la decisión de irse a vivir lejos de Alemania. Rodolfo Koessler debe elegir entre dos propuestas: una de ellas ir a Samoa   occidental, islas de la Polinesia, y otra a Buenos Aires, con destino en el reconocido hospital Alemán, ubicado en un prestigioso barrio de la capital del país, lo que hoy es Recoleta o barrio Norte.
Es así que desde 1912 hasta 1920, permanecen en ese lugar, para luego decidirse por la Patagonia, por un pequeño pueblo cordillerano que tenía una población de mapuches, criollos y pioneros europeos, una población que no llegaba a los 1000 habitantes. 
Pero antes de establecerse en la cordillera, Bertha viaja a Alemania para que su familia conociera a su primera hija Regina y debe enfrentarse al estallido de la primera guerra mundial en 1914, lo que hace que deba estar más tiempo del pensado en el país.

A los 7 idiomas sumó el “mapudungun”
Sabía varios idiomas, dicen que eran siete los que dominaba, al que sumó el idioma de la cultura mapuche.
De esta manera recibía los testimonios de quienes apenas hablaban el español, y se comunicaban a través de su idioma de origen. Escribía en el jardín del invierno de la casa, espacio que aún se conserva y que forma parte de lo que se constituyó en un museo maravilloso, donde se encuentran los objetos de la familia, los libros y todo el equipamiento médico del Dr. Koessler. Uno de sus nietos, Federico Koessler, se dedicó en los últimos años a armar esta escena histórica, que quizás sea el único espacio de la región y del país que guarda este contenido, sin embargo al parecer para el gobierno de la provincia de Neuquen, no es tan importante este espacio emblemático, y después de dos años Federico Koessler decidió poner el cartel que alertó a todos, en el que propone, alquiler o permuta de la casa que es patrimonio histórico, cultural y arquitectónico. Desde marzo de  2012, la casa siguió este destino.

La araucana blanca
Así como los hermanos Grimm tuvieron su interlocutora que les trasmitió las leyendas más famosas de los pueblos, Bertha Koessler-Ilg reconoció a sus interlocutores, sus amigos del alma que fueron Antonio Kinchauala y Francisco Kolüpán. Son ellos los que propiciaron los contenidos  de sus recopilaciones y  quienes la llamaron la "araucana blanca".
Canciones, rezos  e invocaciones a la naturaleza, mitos y leyendas, juegos y tradiciones se expresan con el respeto de la transmisión oral recibida desde los integrantes del pueblo Mapuche. Refranes, pensamientos,  son parte del folclore mapuche recopilado por Bertha Koessler-Ilg.
Las obras editadas fueron El machi de Lanín (1940), Cuentan los araucanos (1954) y Tradiciones araucanas (1962). Escribió, además, una obra en alemán en 1956, Indianer Märchen aus den Kordilleren ("Cuentos de los indios de la cordillera").
Murió en 1965, pero antes de su partida logró dejar una impronta imborrable, su obra, su presencia como escritora y recopiladora de tradiciones, su amor por la cultura mapuche y su respeto por todo lo que recibió de quienes le confiaron las historias de su pueblo.

Un recuerdo especial
En medio de esta crónica, no puedo dejar de recordar a Eva Koessler, una de las hijas de Bertha y Rodolfo Koessler. En 1991 me recibió en la casa de la familia, allí en la misma mesa que hoy forma parte del mobiliario compartimos un té, que Lola su hermana sirvió para acompañar la charla.
Eva era una hermosa mujer, relató varios episodios de su vida. Guardó silencio ante otros que prefirió no recordar. Habló de sus padres, recordó los años en que vivió en San Martín de los Andes cuando era niña, describió con nostalgia las alamedas que bordeaban las acequias que  recorrían el pueblo en toda su extensión. Lamentó que el progreso se hubiera llevado símbolos que formaron parte de la vida de su familia y de los vecinos. Comentó que había algunas obras de su madre que no habían sido editadas, pero se negó a abrir el baúl de los recuerdos, esos que estaban en lo más profundo de su mente.
Fue una linda tarde de primavera. A la mañana siguiente un joven llamó a la puerta de mi casa. Traía una hermosa canasta de mimbre llena de flores. Lilas: blancas y violetas  y rosas formaban parte del exuberante envío, eran las flores de su jardín. Me dijo “es de parte  de la familia  Koessler”. Entre las flores una tarjeta  enviaba el mensaje: “gracias por la hermosa tarde que pasamos, gracias por respetar mis silencios y la espero otro día para compartir un té. Eva”.
En esta profesión de periodista son esos recuerdos que no se borran y que en estos casos no deben formar parte del pecado de omisión.

Fuente: http://www.desdeelsurnoticias.com.ar/index.php/especiales/historia-de-nuestra-gente/1781-bertha-koessler-ilg-la-mujer-que-dejo-escrita-la-tradicion-oral-del-pueblo-mapuche


viernes, 21 de marzo de 2014

Al maestro con cariño por Marcelo Helfgot

Al maestro con cariño por Marcelo Helfgot de la revista EL PORTEÑO N°76 de 1988.
Para docente versión ochentosa. Click en las imágenes para agrandar.
Mas revistas EL PORTEÑO en www.ayconstanza.com



jueves, 20 de marzo de 2014

Bienes de Familia el nuevo libro de Wenceslao Maldonado

Bienes de familia, cuentos ancestrales es el nuevo libro de Wenceslao Maldonado editado por la Editorial Epifania. 

ENCONTRALO A LA VENTA EN www.ayconstanza.com

Se trata de seis cuentos que tienen que ver con antepasados en cierta medida inventados, atravesados por una herencia italiana no del todo verídica desde lo personal pero si desde lo colectivo.
Wenceslao Maldonado ofrece una nueva pieza de su versátil y prolífica obra literaria. 

La contratapa, escrita por el mismo Wenceslao dice: No venimos de la nada. Cargamos un bagaje genético que registra logros y circunstancias de la evolución de la vida. Y somos herederos, al mismo tiempo, de una gran herencia cultural, con valores y límites que podrán servir quizás de plataforma o de cimientos en la construcción de nuestra identidad y nuestros proyectos.
Parecería que algo de eso podría querer decir esta serie de relatos que, de manera simbólica, intenta hacerse cargo de los “bienes” recibidos de los ancestros. 
¿Y si no conocemos quiénes fueron nuestros ancestros? A lo mejor hasta sería muy bueno que los inventemos… 

WENCESLAO MALDONADO nació en Buenos Aires en 1940. Estudió teología y letras en Argentina y en Italia. Fue docente de griego clásico, latín y literatura italiana, y se dedicó a la traducción literaria en estas lenguas.
Publicó 15 libros de poesía, entre los que cabe destacar La estación necesaria (1990), Tierra intranquila (1994), Dioses del deseo antiguo (1994); Si cortarle la cabeza a la Gorgona (1997) premiado en XIX Concurso de Puerto Madryn 1996, con la versión bilingüe inglés-castellana If cutting off the head of the Gorgon aparecida recientemente (2012, versión inglesa de Donny Smith); Paternidad de sombra (2006), Zureo (2008), La Proctomaquia o el Cantar de los culos (2008), Eros y otros deseos (2010). La últimas publicaciones de 2012 fueron Requiem de guerra y Diálogo de pájaros en Editorial Epifanía. 
Publicó dos libros de cuentos, Arquitectura gótica (1999), con el que ganó el premio Iniciación en Prosa (bienio 1992-1993) de la Secretaría de Cultura de la Nación, y Fronteras (2004). A estos libros de narrativa se suma la novela Las vigilias de Príapo (2012).
En teatro, obtuvo el reconocimiento de Teatro Breve “Fray Mocho 1997” con La historia del cliptodonte.

Archivo Revista GENTE - Parte 1

  Consultas:  bibliotecalgttb@gmail.com   GENTE #749 Noviembre 1979 COMPRAR  https://ayconstanza.mercadoshops.com.ar/MLA-1691497982-gente-74...